ºººGiro de amorººº

Una nueva corriente se pregunta si después de todo las mujeres deberían casarse por dinero,Usted es probablemente una de esas mujeres que en sus tiempos de adolescente juró que se casaría sólo cuando encontrara “al amor de su vida” —si él tenía o no dinero, no era un factor determinante.

De hecho ese ha sido el pensamiento de las mujeres que viven en este lado del mundo, donde se supone que el matrimonio se lleva a cabo entre dos personas que de alguna manera sienten que nacieron “el uno para el otro”.

De hecho, si en nuestra sociedad alguien sospecha que las razones reales por la que una mujer se casa tienen que ver con el dinero, automáticamente será señalada como una oportunista.

Por lo tanto, parecería una herejía sugerir que el amor romántico no es el único requisito para que un matrimonio sea exitoso. Sin embargo, eso es lo que las autoras de un nuevo libro proponen.
En Smart Girls Marry Money (“Las mujeres inteligentes se casan por dinero”), Elizabeth Ford y Daniela Drake argumentan que la chequera del marido se ha convertido en algo muy importante en la relación de pareja. En cierto sentido porque ellas todavía ganan considerablemente menos que los varones (especialmente si son madres).

Ford y Drake dicen que dado que las mujeres sufren económicamente mucho más que los hombres cuando se divorcian, conseguir como marido a un buen proveedor es a fin de cuentas primordial para lograr un buen arreglo.

Si las estadísticas son correctas, hay que recordar que cerca de la mitad de las parejas que se casen hoy en día terminarán hablando de la posibilidad de divorciarse.

“Y si el matrimonio se colapsa”, escriben ellas, “son las mujeres las que están más expuestas a un riesgo extremadamente elevado de tener problemas económicos”.

Dada esta realidad Ford y Drake dicen que la capacidad de ganar dinero del marido es en la actualidad un factor muy importante para la futura felicidad de una mujer.

Por lo tanto, las autoras urgen a las mujeres a seguir buscando al “bueno” por amor, pero también por las expectativas que él tenga de ganar buen dinero.

Y si bien no todas las mujeres están preparadas para hacer a un lado el ideal romántico, el nuevo libro las ha puesto a pensar acerca de la importancia que tiene para ellas escoger a un hombre con un buen futuro financiero.

El romance, un concepto nuevo

Como lo señalan Ford y Drake en su libro, el amor romántico nunca existió a través de la mayor parte de los últimos 10 mil años, sino que las parejas se unían por razones económicas o por familias que arreglaban esas uniones.

La idea de que una chica y un chico decidieran por sí mismos que se gustaban lo suficiente como para casarse, era considerada como algo muy perturbador, debido a que podía trastocar la delicada red de vínculos sociales y familiares.

Y muchos sociólogos creen que un matrimonio “arreglado” podía a fin de cuentas convertirse en un matrimonio donde surgiera el amor (aunque en aquel entonces el amor no importaba).

Lo cual quiere decir que el amor dentro del matrimonio es un concepto relativamente reciente.
Los expertos dicen que ahora las personas tienen una alta probabilidad de enamorarse porque están mentalmente preparadas para ello.
Y una vez que uno se encuentra en ese estado emocional, busca ciertas característica que sean atractivas.

O sea que la sabiduría convencional de que los sexos opuestos se atraen, en realidad indica que nos casamos con personas muy similares a nosotros —personas con las que compartimos peculiaridades étnicas, sociales, religiosas, educativas o económicas. Pero también buscamos características que nos diferencíen. Por ejemplo, los hombres son atraídos por la simetría corporal de las mujeres, y las mujeres buscan al hombre por su estatus —inteligencia, responsabilidad y capacidad de ser un buen proveedor.

El dinero sí cuenta

En su estudio admitidamente no científico, Ford y Drake dicen haber encontrado que en la actualidad la mayoría de las mujeres en sus veintes no tiene preferencia por un hombre con dinero. De hecho, algunas llegaron a decir que estarían dispuestas a irse con un pobretón “si éste fuera bien parecido”.

Sin embargo, para las mujeres de ingresos más bajos, el dinero era lo más importante.
¿Y qué hay de un hombre sin remuneración económica? ¡Para nada! De hecho, los estudios han mostrado que las parejas pelean más por dinero que por cualquier otro tema, y que esos roces se incrementan en tiempos de crisis económica, como ahora.