ºººCaricias, son fuente de energíaººº

http://febrerillloco.blogia.com/upload/20080412023055-caricia.jpgHacer el amor es asunto que a nadie le incumbe sino sólo a los dos.

Es placer que inventamos de modos tan raros, que únicamente podemos hacerlo tú, y yo.
Elías Nandino, poeta jalisciense.

Caricia, demostración cariñosa que se hace rozando suavemente con la mano, dice el diccionario, pero nosotros podríamos agregar que las caricias son un elemento indispensable para un encuentro sexual placentero. Puede parecer increíble, pero al paso de los años, algunas parejas dejan de acariciarse. Olvidan aquellos encuentros clandestinos de adolescentes, en donde “el faje”, el manoseo, los tocamientos eran la clave de su excitación, el alimento de su deseo.

Cuando ofrecemos una caricia, nos regresa en forma de energía, nos revitaliza. Imagínese que nuestro cuerpo está envuelto por el órgano sexual más extenso que tenemos, la piel, y que milímetro a milímetro está llena de receptores nerviosos que nos hacen sentir frío, calor; que nos permite recibir las caricias del viento, del agua, del sol. Quizá la prisa con que vivimos en las grandes ciudades y la rutina diaria nos hayan insensibilizado un poco y hasta nos parezca ridículo pensar que los elementos de la naturaleza puedan acariciarnos. La brisa marina, las olas apenas tocando nuestros pies y, si nos lo permitimos, caminar descalzos sobre el pasto son acciones que pueden convertirse en una caricia. Una piel que se toca, se vuelve más receptiva y sensible. ¿Ha notado que su propia piel tiene texturas diferentes? Hay zonas húmedas, las hay rugosas, algunas con mayor sensibilidad que otras, bueno, hasta tenemos nuestras zonas prohibidas. Contrario a lo que muchos piensan, las zonas genitales, particularmente sensibles, no son las únicas que pueden proporcionarnos placer, algo tan lejano como las plantas de los pies o el cuero cabelludo pueden estimular intensamente el juego de los amantes. ¿Ha notado que su piel habla?, ¿que le dice cómo le gustaría ser tocada? Desde que nacemos, una de nuestras prioridades es ser tocados. En experimentos de laboratorio se emplearon alguna vez monos recién nacidos que eran colocados en distintas jaulas donde se les ponía una “mamá” de alambre, otra de tela y a alguno deliberadamente se le dejó sin nada. Este último fue el que vivió menos porque no había tenido contacto corporal con nadie ni con nada.

caricias.jpg caricias image by andrea_leal_2007
Algo semejante sucede con los humanos, si naciéramos de forma prematura, nuestra estadía en la incubadora tendría que ser acompañada por las visitas periódicas de nuestros padres a los que se les sugeriría que nos hablaran y nos acariciaran. Las caricias nos comunican amor, ternura y vida, sin ellas, una parte nuestra se marchita poco a poco.

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