Cuando Reyli Barba grabó su álbum debut en solitario, En la luna, lo hizo sin recursos, de forma arriesgada, en el pequeño estudio casero de Mario Domm y con los cuidados que conlleva un primer intento, pero como la vida da muchas vueltas y la fortuna sonrió rápidamente a su carrera, para el tercer disco, Que vueltas da la vida, la tensión desapareció, de lo que se trataba era de "pasarla bien" y para lograrlo tenía como escenario un estudio en Miami y otro en Italia. Sin embargo, el cantante sigue siendo un "aventurero" y "un cazador de mariposas" que le canta al amor, al desamor, a la calle y a la cantina. Con motivo de la promoción de su tercer material discográfico en esta ciudad, Reyli habló con Univision.com de los factores que fueron claves para la elaboración de Que vueltas da la vida, reveló a quién está dedicado el disco y por qué escribió un tema llamado Cásate conmigo.
"Este maravilloso disco Que vueltas da la vida, lo escribimos, lo amarramos, le dimos fuerza Andrés Castro y yo; Andrés es colombiano, productor, guitarrista, mi hermano adorado. Empezamos en septiembre, en una tarde escribimos seis canciones y de ahí empezó a armarse todo, las respuestas eran muy claras de que había que armar un disco inédito y once días después teníamos ya armado el repertorio", expresó el cantautor mexicano.
Así mismo, manifestó que el trabajo discográfico es más directo y rockero que los anteriores, "suena más duro y más callejero", en él "muestro un poquito más de mí como artista, como compositor. Es un disco más directo, una bocanada de verdades, una especial expresión de los contrastes de la vida, con canciones muy arrabaleras", pero también temas "llenos de miel, de pureza, como Ando por las nubes, Alma gemela, Cásate conmigo", hay de todo en el disco".
Cada disco ha sido una aventura para Reyli. Cada una de sus tres producciones le ha dejado aprendizajes distintos e inigualables al artista, por ser muy diferentes entre ellos: En la luna, fue un álbum "muy arriesgado, técnico, un disco precioso, muy cuidado en la parte de decisiones de cada sonido, de cada canción".
Por otro lado Fe, fue "un viaje introspectivo", un trabajo más personal, que enseñó al artista a buscar su libertad creativa y finalmente Que vueltas da la vida fue y es una fiesta, un disco menos pensado, pero "muy afortunado", un disco que mira hacia fuera, "un disco de una sola toma".
De tal forma que este último está dedicado principalmente a su pequeño hijo y también a todo aquél que se encuentre en la etapa de "esa claridad de que la vida no se detiene, de que la vida no es plana, no es perfecta, es un ir y venir, un subir y bajar a todo aquel que se atreve a vivir, que no tiene miedo a vivir", indicó Barba.
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