ºººCariño engañosoººº


Hola, buenas noches.

Es la primera vez que veo esta página y, la verdad, se me hizo muy interesante. Por esa razón fue que decidí contar mi historia en el mes del amor, que para muchas personas son boberías, pero es algo que me pasó y que hubiera preferido no vivirlo.

Ingresé a la facultad, en los cursos de inducción conocí a Eziel, un chavo que vi que era muy buena onda (eso fue lo que me llamó la atención y por eso decidí comenzar a hablarle). Después salió la casualidad que tocamos juntos en el mismo salón para tomar clases y mi pensamiento fue: “que buena onda”. El chavo fue muy lindo conmigo, íbamos a comer a la cafetería, íbamos a todos lados juntos; les conté a unas amigas que habían estado con nosotros en el curso y me dijeron que tal vez Eziel quería conmigo porque no era igual cuando estaba con ellas que conmigo.

Después comenzamos a tomarnos de las manos. Era todo bonito, pero aún no me gustaba el chavo. Un día le pregunté: “¿y tu novia?”. En ese momento no esperé que me contestara, pero me dijo que estaba trabajando. La verdad me saqué de onda al saber que tenía a quién querer. Pasó el tiempo y siempre, pero siempre estábamos juntos, todos los del salón creían que andábamos, bueno, hasta los maestros.

Me comenzó a gustar, pero fue leve y por cada día que pasaba junto a él, comenzaba a crecer lo que sentía por él, pero yo no quería que el amor que comenzaba a sentir fuera en vano. Me ha pasado varias veces con otras personas porque me enamoro muy fácil y creo que esto no es muy bueno. No me importaba que tuviera novia porque sólo la veía 3 días máximo en la semana y a mí me veía toda la semana en la facultad, pero existían días en los que me preocupaba que andaba con la chava y yo detrás de él. sabía que no estaba bien enamorarme de él.

Luego ya no eran sólo abrazos y agarrados de la mano, sino que comenzamos a besarnos, pero era porque yo insistía. Bueno, eso creo. Comencé a quererlo demasiado. Les platicaba lo que me sucedía a mis amigos y me decían que sí me quería por la forma en la que me trataba. Comenzó mi angustia porque aceptaba mis abrazos, mis manos y uno que otro besito andando con la chava; así que decidí decirle lo que sentía por él. La verdad, fue algo difícil decírselo, pero creo que ya lo sabía por la forma de ser con él. Sólo me respondió que casi no nos conocíamos. Como era de esperarse me puse triste y mis amigos me decían que no valía la pena llorar por él, que él no sabía valorar el amor que yo le daba.

Pasado alrededor de tres semanas me dijo que ya no andaba con la chava y pues con eso mi ilusión creció mucho más. Comenzamos a ser tipo amigovios, era lindo pero yo tenía la necesidad de ser algo más. Le llamaba muy seguido a su casa aunque lo veía todos los días en la escuela, me preocupaba por él y todo el día estaba pensando en él.

Después comenzó a rechazarme mis besos, se iba temprano a su casa, no estábamos todo el día juntos y eso comenzó preocuparme. Esos pequeños detalles me hacían daño, ya no quería quererlo tanto, pero entre más quería sacarlo de mi corazón, más se clavaba. Sabía que no era bueno quererlo tanto.

Pasadas tres semanas, de nuevo fuimos amigovios y mis pensamientos de niña ilusa fueron que tal vez algún día él estará conmigo. Pero volvió a rechazar mis besos; un día al despedirnos traté de darle un beso en la boca, pero se quitó y fue cuando le pregunté que si andaba con alguien, pero lo negó. Ante mi desesperación de saber qué era lo que sucedía con él, al día siguiente le dije a un compañero que le preguntara si tal vez andaba con alguien, y mi sorpresa fue que sí, le dijo que había cortado a la chava con la que andaba y se había dado la oportunidad con otra persona. Fue el más grande golpe a mi corazón, ya que había llegado a amarlo. Ese día fue el más duro, lloré toda la noche e intenté hacerme daño con un cristal filoso en el brazo, pero me dije a mí misma que yo valgo mucho como persona y que por personas que no saben valorar lo que tienen justo en su frente no tengo que hacerme daño. Al día siguiente me desahogué un poco golpeando la pared con guantes de box, eso fue mejor que hacerle daño a otra persona o hacia mí misma.

En estos momentos creo que lo estoy superando, hoy lo vi, pero platicamos bien como amigos. Espero ya no volver a sentir lo que un día sentí en vano. No le deseo ningún mal pero sí quiero que se dé cuenta de lo que tenía en sus manos y que simplemente lo desperdició.

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