La cantante colombiana Tueska lleva casi cuatro años en Santo Domingo, donde se dio a conocer cantando al frente de Las Chicas del Can. Desde 2007 a 2009 fue una de las voces y figuras de la última versión de la orquesta femenina de merengue.En la actualidad, y decidida a seguir su andar en el medio artístico, promueve su carrera en solitario, alejada del ritmo de la güira y la tambora.
El tema escogido para iniciar la promoción radial de esta etapa es “Me enamoré”, el cual estará apoyado por un videoclip que se filmará en los próximos días.
El sencillo, que fue estrenado de manera digital el pasado 1 de abril, es de la coautoría de John de la Paz, Wilfredo Toro y la propia artista.
El género musical que explora el disco, que contará con 10 temas, es el electropop. “Es música hecha para que la gente disfrute”, comenta la artista nacida el 12 de junio de 1989, y quien ha coescrito las letras con el productor del álbum, el también colombiano Pedro Vengoechea.
Familia y música
A pesar de que el público pueda pensar que Tueska ha tomado un camino distanciado de los ritmos tropicales, para ella es un regreso a sus orígenes, cuando aún siendo una adolescente fue la voz de una banda de pop/rock.
Parte de una familia muy unida, la cantante recuerda que fue su madre quien la apoyó en un momento en el que ni siquiera ella estuviera consciente de que el mundo del canto sería su proyecto de vida. “A los 13 años escribí mi primera canción”, confiesa, y que en ese momento envió unos demos a la Sony.
A partir de ese momento su familia la incentivó para que siguiera cantando, iniciando una serie de presentaciones en bares y programas de televisión de su ciudad, siempre con la supervisión de sus padres, ya que era menor de edad.
Así fue, como luego de esto, se realizó su encuentro con Eddy Herrera en el Festival de Orquestas del Carnaval de Barranquilla de 2007. En ese momento ella tenía 17 años y Herrera, que iba a participar en el mencionado evento, necesitaba una voz femenina que le acompañara en el tema “Dormir juntitos”, canción que El Galán el Merengue había grabado con la también colombiana Liz.
“Eso cambió mi vida en ese momento”, dice Tueska, quien comenta que esto sucedió gracias a la intervención de una promotora de la disquera Sony, que la conocía y la llamó para que cantara con Eddy.
A partir de ahí se inició su relación con el merengue y nuestro país. Más tarde, Wilfrido Vargas llamó a sus padres con la intención de que fuera parte de un proyecto musical que no llegó a concretarse. Al cumplir 18 años, decidió seguir su sueño, dejando a su familia, que siempre ha estado atenta a su carrera, y volando a República Dominicana, donde formó parte de Las Chicán. Hoy, luego de haberse iniciado en el pop/rock y la balada, haber experimentado con el merengue, entiende que con el concepto que proyecta, ha conseguido la identidad musical que buscaba.
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