No es inusual que las personas se paralicen ante una situación peligrosa o embarazosa. Pero, desgraciadamente, hay ocasiones en que asumir esa actitud puede costarte la vida. "Esa respuesta de inmovilidad ante una situación amenazante no es tan conocida como la respuesta de lucha o escape, pero es muy común", dice Christel Kieser-Muller, sicóloga clínica. "La naturaleza la desarrolló como una última estrategia de supervivencia, y ocurre cuando nuestro cerebro pone en duda nuestra capacidad para emprender la acción que nos salvará lavida". Merle Friedman, sicóloga clínica, anota que los historiadores han visto que petrificarse es una respuesta tan común en las batallas como la de lucha o escape. Por eso les pedimos a los expertos que nos dijeran cómo evitarla.
Entrena tu cerebro
Según Friedman, un método muy conocido para vencer la parálisis es entrenar al cerebro para que no lo haga, pero advierte que lograrlo no es fácil. "Los militares han notado que cuando los soldados practican una y otra vez maniobras de defensa personal, su entrenamiento bloquea la respuesta reflexiva de congelación y automáticamente pelean ante el peligro. Pero se necesita mucha práctica antes de que se convierta en una respuesta automática".
Sanette Smit, experta en defensa personal, asegura que este tipo de entrenamiento le brinda al cerebro más opciones a la hora de decidir qué hacer ante circunstancias peligrosas. "Mientras más entrenes tu cerebro conposibles reacciones, mejor será tu respuesta ante un ataque", afirma la experta. "Sé consistente en tu entrenamiento y realiza una rutina simple, porque mientras más complicada sea tu técnica de defensa, más difícil te será recordarla en un ataque. Lo más recomendable es que te enfoques en las áreas sensibles de tu atacante y te lances a los genitales, ojos, nariz, orejas y garganta".
Friedman aclara que aunque el entrenamiento físico es importante, no garantiza que no nos paralizaremos. "Supe de una mujer que era karateca, pero aun así se congeló cuando la atacaron porque no estaba entrenada para ese tipo de situación en particular. Por eso es fundamental que tomes un curso que te permita enfrentar un intento de violación o secuestro, así aprenderás a manejar esas situaciones".
Desafortunadamente, no puedes anticipar cuál será tu respuesta hasta que te ocurra, así que no hay forma de saber si te paralizarás o no. Sin embargo, sin el entrenamiento adecuado, es posible que si te has congelado antes, tu respuesta vuelva a ser la misma otra vez.
Descongélate
Kieser-Muller aclara que congelarse es especialmente usual en los casos de violación, donde la mujer acaba culpándose por no haber hecho nada para detener a su atacante. Pero también hay cierto tabú, porque la mayoría de las culturas modernas suelen juzgar esta instintiva respuesta de paralización como un acto de debilidad o cobardía. "Es importante entender que la inmovilidad es una respuesta involuntaria y no está bajo nuestro control consciente", subraya la experta. "Es una reacción normal ante una situación anómala". Y añade que es clave buscar ayuda profesional antes de que hayan pasado 72 horas del incidente porque sólo un terapeuta especializado puede ayudarte a lidiar con lo ocurrido sin sufrir futuros daños emocionales.
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