a sensual y curvilínea actriz Scarlett Johansson es una habitual de las campañas publicitarias: desde sus colaboraciones con la línea de bolsos de Louis Vuitton hasta sus numerosas incursiones en el universo de la cosmética –en los últimos años ha puesto su rostro al servicio de firmas tan prestigiosas como L'Oreal Paris o Calvin Klein-, los anunciantes parece que se la rifan, quizá por su inusual belleza, fuera de los cánones marcados por las modelos de pasarela.
Lo último: su reciente matrimonio con el dúo de diseñadores Dolce & Gabanna, que en la pasada campaña de primavera la ‘fichaban’ como imagen de su línea make-up. Un glamouroso tándem que, sin duda, ha funcionado a las mil maravillas ya que a partir del próximo mes de septiembre repetirán experiencia, esta vez con la actriz como embajadora de una nueva y dulce fragancia: Rose the One, una vuelta de tuerca a su perfume The One, lanzado en 2006 y de quién es imagen la también escultural top brasileña Gisele Bündchen, y que combina la fragante esencia de las rosas con el de la uva, la grosella, la mandarina, el almizcle o la vainilla, entre otras muchas notas.
Para la ocasión, la musa del momento se transforma en una sensual flor, recostada sobre un respaldo de capitoné, y abarcando todos los posibles tonos del rosa. Una imagen mucho más evocadora y romántica que la de la campaña de primavera-verano, cuando Scarlett se convertía en una Marilyn Monroe del siglo XXI en unas espectaculares imágenes en las que la actriz lucía un delicado e insinuante conjunto de corsetería blanca y un peinado ‘cien por cien Marilyn’, que enmarcaba a la perfección los arriesgados tonos y paletas ahumadas de la colección.
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