ºººChicas embarazadasººº

Este tema, que una vez fue algo prohibido, está saliendo a relucir cada vez más en la ‘tele’, en las películas y en las revistas. ¿Cuál es el problema? Que esos medios no muestran lo que ocurre antes ni lo que viene después…En el episodio de estreno del nuevo drama, “The Secret Life of the American Teenager” (La Vida Secreta del Adolescente Americano), que está pasando en la televisión de Estados Unidos, Amy, una chica de 15 años llega a su casa después de una práctica en la banda musical a la que pertenece, y cae en shock al darse cuenta de que su prueba casera de embarazo salió positiva.

Un encuentro “de dos segundos” en el sitio de ensayos de la banda, como Amy lo describe a sus amigas, fue todo lo que ella necesitó para quedar embarazada

¿Cómo es que una jovencita decente termina en esta situación? La respuesta obvia (Amy tuvo sexo sin protección) nunca es abordada en el episodio de la tele. Y en la medida en que avanza el guión, el chico de la banda se hace a un lado. Él nunca se interesó en saber si Amy estaba usando anticonceptivos, ni tampoco se preocupó por el uso del condón. El resultado es que Amy está embarazada, y ahí es donde empiezan las historias de la vida real.

La pregunta fundamental

El embarazo de las adolescentes se ha convertido en un acto cotidiano, y es una de las razones por lo que ahora se trata en los shows de la tele y en las portadas de las revistas.

Sin embargo, los expertos dicen que la parte más importante de esas historias está siendo minimizada, ya que en ellas nunca se aborda a profundidad cómo empezó el embarazo ni qué tan difícil va a ser para la adolescente criar a su bebé?

“En ninguno de estos shows les preguntan a las adolescentes si usaron anticonceptivos, ni tampoco hay menciones de la “píldora del día siguiente” ni de las pruebas caseras de embarazo, las cuales serían un paso lógico después del sexo sin protección”, dice un piscólogo interesado en el asunto.

“En esta realidad son tres los elementos faltantes: no se aborda la irresponsabilidad de los jóvenes, no se mencionan los contraceptivos y no se analizan las consecuencias negativas para las chicas”, dice Jane Brown, profesora de periodismo de la Universidad de Carolina del Norte. “Lo que está faltando es lo que sucede antes y después. ¿Por qué estas adolescentes se están embarazando y qué pasa con ellas cuando tienen a su hijo?”.

Las estadísticas dicen que la edad promedio de la primera relación sexual de los varones es de 16.9 años, y 17.4 años para las chicas (de las cuales se están embarazando 750 mil al año en Estados Unidos).

Una tercera parte de esas jóvenes tendrá un aborto; y dos terceras partes tendrán a su bebé.

Sin hablar de dar al niño en adopción, algo que puede resular bastante traumático para las adolescentes.
Las estadísticas también están mostrando que los jóvenes están contrayendo enfermedades de transmisión sexual en cantidades alarmantemente altas —en Estados Unidos una cuarta parte de las adolescentes tiene cuando menos una de ellas.
Oportunidad perdida

“Las películas y shows de la ‘tele’ deberían abrir la puerta a todos estos temas”, dice un sociólogo. De hecho, la investigación sugiere que eso es exactamente lo que las adolescentes quieren. Según un sondeo realizado en Estados Unidos, 80 por ciento de las jóvenes dijo que le gustaría que los medios hablaran más acerca de las consecuencias de las relaciones sexuales.

Entonces, ¿por qué el tema no se trata más a fondo en los medios?

Existe una razón de peso: hablar de estudiantes de preparatoria que tienen relaciones sexuales, que no usan condones o que contraen enfermedades transmitidas sexualmente, todavía incomoda a mucha gente.

Y pesar de que la mayoría de los padres dice que hablan con sus hijos acerca de postergar el sexo y del uso de los contraceptivos, la mayoría todavía se sientre renuente a tratar el asunto (según el sondeo realizado, 90 por ciento de los padres y 70 por ciento de los adolescentes respondió que ellos no saben exactamente qué decir, cómo decirlo ni cuándo empezar una conversación de esta índole).

“En las escuelas todavía parece como si estuviéramos tratando tabúes cada vez que hablamos de los embarazos, de las enfermedades de transmisión sexual y de cualquier asunto relacionado con la sexualidad”, dice Nancy Brown, profesora de la Universidad de Stanford, quien ofrece cursos sobre salud y sexualidad a los adolescentes.

Ella asegura que se frustra cuando observa las películas y ve que dejan pasar las oportunidades de agregar una o dos líneas acerca de las consecuencias de un embarazo, los anticonceptivos y las enfermedades sexualmente transmitidas.

“Recuerdo que en una de esas películas el padre le dice a su hija después de que sabe que ella está embarazada: “Pensé que eras el tipo de mujer que sabía cuidarse”. Brown sugiere: “lo que hubiera sido mucho mejor es que el padre le hubiera hablado a su hija acerca del control natal cuando ella tenía 12 años”.

El tercer elemento

Los condones y los anticonceptivos no son las únicas cosas que los sociólogos ven que faltan en los guiones. Hay un tercer elemento: las consecuencias.

Meghan Mellecker, de 15 años, de un suburbio de Iowa, tuvo el respaldo de sus padres, pero se ganó el rechazo de los habitantes de su comunidad. “Hubo mucha gente que la hizo menos”, dice su madre, Melody Hobert-Mellecker. “Y se vio obligada a dejar un empleo en la iglesia.

“La gente llamaba a la oficina del obispo para decir que cómo podía mi hija trabajar para la congregación cuando no tenía la moral suficiente para ser madre”, recuerda la mamá de Meghan.

“Creo que ser madre es la mejor cosa que le puede pasar a una mujer, pero si todavía eres una adolescente y vas a la escuela, puede ser lo peor”, dice una chica.