En Brüno, la nueva película de Sacha Baron Cohen –el comediante detrás de la exitosa Borat– nadie se salva. Mientras Paula Abdul y Harrison Ford enfurecen con él en cámara, los mexicanos y Salma Hayek no se escapan de las garras de este modisto austriaco tan peculiar.En una escena en la que decide ir a depilarse los glúteos y blanquearse el recto, Brüno le explica a la estilista que su primera opción era ir al spá que usa Salma Hayek, pero es tanto el trabajo que sus estilistas realizan para depilarle tanto vello en tres días, que quedan agotados para atender a alguien más, y además, después tienen que realizar un abrigo con todo el vello que obtienen de la veracruzana.
Los mexicanos en general también son burla de Brüno, al ser designados como "sillas humanas" para que Paula Abdul y Elton John se sienten, a falta de tener recursos para comprar muebles.
En realidad, todo es parte de la mordaz crítica que la película de Baron Cohen representa: demostrando los estereotipos que se tienen ante los homosexuales, las minorías y ¡hasta la misma Hayek! (y los mexicanos por ende).
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