ºººResistencia a la Insulina ¿Tiene usted este desorden?ººº

Según Gerald Reaven, investigador de la Universidad de Stanford (EU), la “resistencia a la insulina” es la responsable de la mitad de todos los infartos cardiacos.Reaven dice que la “resistencia a la insulina” puede ser incluso un indicador más importante que el colesterol, para identificar el riesgo de enfermedad cardiaca.

Su descubrimiento empezó con una observación casual pero preocupante: muchas de las condiciones que pueden llevar a la enfermedad del corazón, no tienen nada que ver con la obesidad, la hipertensión, ni elevados niveles de grasas en la sangre.

O sea que muchas personas mueren de ataques cardiacos sin tener ninguno de esos problemas. Y el primer sospechoso ha sido la insulina, la hormona que lleva a cabo una de las tareas más esenciales del cuerpo humano: sacar la glucosa de la sangre y llevarla a todas las células del organismo humano.

Pero en ciertas personas la insulina se resiste a cumplir sus funciones ordinarias. Y cuando sucede, los expertos dicen que usted se ha vuelto “resistente a la insulina”.

El proceso que lleva a una persona a volverse “resistente a la insulina” empieza más o menos así: cuando usted ingiere sus alimentos, los niveles de glucosa comienzan a subir en su torrente sanguíneo. Esto sucede más rápido con los alimentos altos en carbohidratos que con los altos en proteínas y grasa.

Desde hace tiempo los expertos han sospechado que el problema con la “resistencia a la insulina” no consiste únicamente en crear un diabético. De hecho, la causa principal de muerte entre los diabéticos no es la diabetes en sí; son los infartos. Y la “resistencia a la insulina”, podría ser la clave.

Otros vínculos

Durante finales de los años 50’s, científicos de la Universidad de Yale reportaron que altos niveles sanguíneos de triglicéridos (un tipo de colesterol) pronosticaban mejor los infartos que el colesterol “malo”.

Poco después, científicos de la Universidad de Rockefeller (Nueva York), descubrieron que los colesteroles presentes en la sangre podían ser modificados por los alimentos que uno ingiere. Y se encontró que la comida rica en carbohidratos refinados (harinas y azúcares) mostraba tendencia a aumentar el contenido de colesterol en la sangre.

Gracias a este descubrimiento, comenzó a verse un posible nexo entre el consumo de carbohidratos y los ataques cardiacos.

De hecho, se encontró que mucha gente que había sufrido un infarto, tenía altos niveles sanguíneos de glucosa y de triglicéridos.

Por otro lado se observó que la exposición prolongada a la insulina hace más estrechos y menos elásticos los vasos sanguíneos, una de las condiciones que contribuye a elevar la presión arterial.

Dos evidencias

En un notable estudio sobre la materia, un grupo de expertos midió la “resistencia a la insulina” de 147 hombres y mujeres sanos, y le dio seguimiento por cinco años, al cabo de los cuales 85 por ciento de los que desarrollaron una enfermedad cardiovascular; habían calificado como “muy resistentes a la insulina”.

En otro estudio de cinco años, realizado a dos mil hombres, aquellos que sufrieron infartos tuvieron los más altos niveles de insulina. De hecho, un aumento del 30 por ciento en los niveles de esta hormona incrementó la posibilidad de un problema cardiaco en 70 por ciento.

Observe lo siguiente

En esto de la insulina hay un detalle interesante: aunque mucha gente cree que las personas obesas que no se ejercitan son propensas a desarrollar resistencia a la insulina, en muchos casos esta realidad funciona al revés: las personas que crean resistencia a la insulina son las que se vuelven obesas.

Y en lo que se refiere a los carbohidratos hay un detalle importante: el problema no es la cantidad sino el tipo.

Los carbohidratos que preocupan no son los que provienen de las frutas y verduras, que son buenos para su corazón. En vez de ello, las sospechas se centran en los carbohidratos refinados que carecen de fibra: pastelería y botanas, “fritos”, pan blanco y refrescos embotellados.

¿Cómo saberlo?

¿Cómo saber si usted es “resistente a la insulina”.

No es fácil; usted podría traerlo en sus genes, pero la insensibilidad a la insulina se debe en gran medida al estilo de vida, particularmente a lo que come y a cuánto ejercicio hace de manera regular.

Sin embargo, los investigadores médicos han observado que usted podría ser un candidato a volverse “resistente a la inulina”, si se encuentra aociado a varias de las siguientes condiciones:

-Si tiene más de siete kilogramos de sobrepeso.
-Si no hace ejercicio.

-Si uno o más parientes cercanos (padre, madre, hermano, hermana) ha tenido enfermedad cardiaca, hipertensión o diabetes.

-Si sus niveles de triglicéridos en la sangre, en ayunas, están por encima de 200 miligramos por decilitro de sangre (mg/dl).

-Si su nivel de colesterol “bueno” en ayunas es menor de 35 mg/dl.

-Si su presión sanguínea es mayor de 145/90.
-Si su nivel de glucosa en ayunas es mayor de 110.

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