1 Sigue tus instintos
Un estudio reveló que cuando hacemos elecciones simples (por ejemplo, qué cereal vas a comprar), conviene ser racional. Pero si se trata de decisiones mayores (como elegir un trabajo), también hay que seguir nuestros instintos. Con esto no estamos diciendo que te compres un auto por capricho, pero si has valorado los pros y los contras, y no puedes llegar a una decisión, deja que tu instinto sea el que decida y haz lo que sientes que es mejor.
2 Suelta la copa
Después de un coctel es más fácil hacer cualquier cosa. Pero aunque un traguito te puede ayudar a relajarte cuando estás agonizando ante una decisión, a la larga terminará nublándote el entendimiento.
3 Consúltalo con la almohada... una noche
Según los investigadores, la deliberación inconsciente (o sea, la que ocurre mientras duermes) puede ayudarte a analizar tus opciones y llegar a una conclusión. Eso explica por qué la gente a menudo te sugiere que lo consultes con la almohada. Sin embargo, si tienes que consultarlo por demasiado tiempo, eso significa que no te sientes cómoda ni segura con ninguna de las opciones que tienes delante y debes considerar otra alternativa.
4 Libera el estrés
Si te vas al salón a cortarte el pelo inmediatamente después de que te despidieron, podrías acabar luciendo como Javier Bardem en No Country for Old Men. ¿Por qué? Porque solemos actuar con precipitación cuando estamos nerviosas o alteradas. Las investigaciones sugieren que la ansiedad no sólo dificulta la toma de decisiones, sino que también contribuye a llegar a conclusiones erróneas. Así que si estás peleando con tu novio mientras tratan de elegir entre dos apartamentos, intenten resolver el desacuerdo lo más rápido posible para que puedan tomar la decisión correcta. Y dado que un estudio encontró que el estrés tiene un "efecto residual", mejor dejen pasar unos días luego de haber hecho las paces para firmar el contrato.
5 Háblalo con unas pocas personas
Es buena idea consultar el problema con tus amistades más cercanas, tu mamá o alguien en quien confías y sabes que te dará una opinión sincera. Enumerar tus opciones te ayudará a procesar mejor la decisión, y escuchar el punto de vista de otros (estés o no de acuerdo con él) te permitirá tomar una decisión mejor informada.
6 Pero evita comentarlo con todo el mundo
Sabes que es inteligente consultar tu decisión con personas clave en tu vida. Pero mejor no se lo menciones a tu estilista, al entrenador o al bartender. Al pedir demasiadas opiniones, especialmente a gente que no te conoce muy bien, acabarás más confundida y quizás mal aconsejada. Antes de solicitar una opinión, pregúntate si esa persona está de veras apta para saber lo que te conviene. Si la respuesta es no, cierra la boca y no le digas nada.
7 Considera las consecuencias a largo plazo
Hay decisiones que parecen tener sentido de inmediato, pero que resultan desastrosas a largo plazo. Por ejemplo, decirle a tu chico que lo engañaste hace tres años puede tranquilizar tu conciencia, pero quizás provocará que rompa contigo. De igual modo hay cosas, como tomar el sol o tener sexo sin protección, que dan placer momentáneo, pero a veces esos actos nocivos pueden tener serias repercusiones en tu salud. Una buena regla: imagina cada posible escenario en tu mente y considera los resultados (en tu salud, en los sentimientos de tu pareja, en tu crédito) antes de elegir una opción controversial.
8 No lo dejes a la suerte
Puede ser muy peligroso hacer una elección que afecte drásticamente tu vida basándote sólo en lo que te anuncia el horóscopo. Aunque es divertido dejar que estas cosas influyan en las pequeñas decisiones que tomas (por ejemplo, qué vestido ponerte o si invitas o no a un chico a salir), las cosas más importantes (romper con tu novio, mudarte a otro país) nunca debes dejárselas a las estrellas ni al azar.
9 Distánciate de los que te presionan
Cuando estás luchando con una elección, puede ser muy fácil dejarte influenciar por alguien que esté egoístamente motivado, ya sea un vendedor que está tratando de meterte por los ojos un par de zapatos demasiado caro o tus padres tratando de convencerte para que vayas a una universidad en particular. Distánciate de todos los que de una forma u otra te están presionando a tomar una decisión, para que puedas ordenar tus pensamientos. Y si eso no fuera posible, imagina que eres tú la que estás aconsejando a una amiga sobre ese asunto. Así actuarás con más lógica y sin remordimientos.
10 Recuerda que no siempre puedes usar el pasado para predecir el futuro
Cuando debas elegir algo que afectará en serio tu cuenta bancaria o tu estilo de vida, es importante que no dependas sólo de tu experiencia. En este mundo tan cambiante en que vivimos, los expertos recomiendan analizar cada oportunidad que se presente con una actitud y disposición nuevas. Lo que quizás antes era sabio (comprar una casa, dejar tu trabajo de 9 a 5 para comenzar un negocio...), hoy pudiera causar estragos en tu vida.
FUENTES: SUSAN AXTELL, SICOLOGA CLINICA; DANIEL ELLENBERG, COAUTOR DE LOVERS FOR LIFE; MORLEY GLICKEN, AUTOR DE ENDING THE SEX WARS
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