ºººMURIÓ LA ACTRIZ AMPARITO AROZAMENAººº

Se cerró el telón para AMPARITO AROZAMENA. Amparo Arozamena Sánchez nació el 24 de agosto de 1916 en el seno de una familia de artistas, en caravana recorrió latinoamérica, aprendió a amar su profesión, a respetar los escenarios y agradecer al público.

"Dicen que no solamente de pan vive el hombre. Y los aplausos son el pan nuestro de cada día. Porque es muy lindo que sale uno y el público tan cariñoso lo recibe a uno con un aplauso". Con tan solo 6 años de edad subió al escenario a entretener y ganó su primer sueldo.

"El primer papel que hice en el teatro de chiquita, con mi hermana Carmen, que en Paz descanse, bailábamos de marineritos, bailábamos de marineritos. Decía, Amparo ya se sabe el baile muy bien y en tal pueblo van a debutar. Y debutamos con mucho éxito, muy contentos. Pero de repente se me reventó el elástico del pantalón y se me empezaron a caer los pantalones y el público feliz, aplaudiendo y muy contentos y yo bailando muy seria.", contaba la actriz.

El cine, la televisión, el teatro constataron el talento de esta mujer a lo largo de más 75 años de trabajo.

SUS ANÉCDOTAS

"La última obra que hice fue en México: El amor es broma en el Teatro Hidalgo. Yo me despedí y me metí a mi camerino a llorar porque era la última vez que trabajo en el teatro, porque es muy sacrificado, lo adoro. El teatro dicen que es el pan de los pobres, porque muchas veces hemos trabajado sin que nos paguen un centavo."

En la pantalla chica se le recuerda con especial cariño, por su papel en la serie Los Beverly de Peralvillo, una de las series cómicas más exitosas en la historia de la televisión mexicana.

"Cuando hicimos el primer programa pasó una cosa muy graciosa. Yo venía de trabajar en Los Beverly, de La Tarántula. Iba yo volada para el teatro y en Insurgentes nos tocó un alto, y un señor de junto, en el coche, me dijo 'Tarántula' y yo empecé a escarbarme y grité 'dónde, dónde, dónde está la tarántula' (...) 'usted, en la tele, la vi ayer, muy buen programa'... y nos dio muy buena suerte".

EL DESTINO

Amparito sufrió con entereza la más dura prueba del destino. Sobrevivir a la familia que con tanto cariño y esfuerzo fundó. Su esposo Ramón Barón Ortega falleció a finales de 2006 y en julio de 2007 cuando se encontraba internada en un Hospital de la Ciudad de México muere su único hijo, José Antonio a los 60 años víctima de un infarto al miocardio.

No obstante volvió a sonreír y el último acto público donde se le vio fue en febrero pasado en la entrega del reconocimiento Eternas Estrellas otorgado por la ANDA a las personalidades más significativas del ambiente artístico nacional.

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