Las tiendas minoristas perjudicadas por la recesión han encontrado una nueva fórmula para atraer a consumidores a quienes les encanta la moda, pero que están vigilando sus billeteras: prendas de diseño cheap-but-chic (chic pero baratas, en inglés) . Los diseñadores, también golpeados por el colapso de las ventas de productos de lujo, están ansiosos por responder a esta propuesta.
Hay mucho donde elegir. Las grandes tiendas por departamentos globales, las cadenas de moda rápida y las tiendas de descuento están firmando contratos con diseñadores para crear colecciones a precios más bajos con mayor frecuencia.
La minorista estadounidense Target Corp. fue pionera en el movimiento chic pero barato hace casi una década, lanzando versiones asequibles de productos para el hogar creados por diseñadores de la talla de Michael Graves. Más tarde, firmó un contrato con Isaac Mizrahi para crear ropa y accesorios que se vendieron en la tienda hasta el año pasado.
En 2004, la cadena sueca H&M, de Hennes & Mauritz SA, llevó el concepto un paso más allá, ofreciendo colecciones creadas por diseñadores famosos en varias tiendas, que con frecuencia se agotaban en horas. Target volvió a la carga en 2006, con Go International, que vendía un número limitado de prendas de jóvenes diseñadores durante 45 días.
Ahora todo el mundo parece estar interesado. En los últimos meses, la cadena estadounidense de tiendas por departamentos J.C. Penney Co. presentó I (Heart) Ronson, una línea de moda informal y elegante diseñada por la neoyorquina Charlotte Ronson; El gigante minorista Wal-Mart Stores Inc. lanzó una colección diseñada por Norma Kamali con vestidos de US$20; y las tiendas de moda rápida Uniqlo, una cadena japonesa, acaba de firmar un contrato con la diseñadora minimalista Jil Sander para crear líneas de ropa masculina y feminina.
Mientras, los creadores de la tendencia amplían su oferta. Target recientemente añadió colecciones baratas de accesorios de diseñador. H&M, que anteriormente lanzaba sus colecciones de diseñador sólo en el mes de noviembre, presentará dos colecciones en los próximos meses del diseñador británico Matthew Williamson.
Pedimos a Simon Collins, decano de la escuela de moda neoyorquina Parsons The New School for Design y a Randi Rahm, una diseñadora de Manhattan, que analizaran piezas de las últimas colecciones de diseño de Target y H&M— así como un conjunto caro de diseñador comprado en Barney's New York. La ropa no tenía etiquetas. Entre los modelos había piezas de Thakoon Panichgul y Behnaz Sarafpour para Target. De H&M, los expertos examinaron piezas de la colección de Comme des Garçons de 2008 y varias piezas de la colección de Roberto Cavalli del año anterior. La ropa cheap-but-chic iba de US$19,99 a US$129. Insertamos en la mezcla un vestido de US$1.145 de Thakoon de Barneys, y pedimos a los expertos que lo encontraran.
Rahm enseguida identificó las piezas de Tha‐koon. Tanto Rahm como Collins señalaron la gran calidad de los diseños de Target, aunque Rahm apuntó que el algodón usado no era de gran calidad. Collins criticó la ejecución de una falda asimétrica de Comme des Garçons para H&M, pero dijo que el vestido de la marca parecía caro. Rahm supo elegir la única pieza cara de diseñador: un vestido de verano de algodón de Thakoon. Pero Collins pensó que la pieza cara era una gabardina floreada de Thakoon que en realidad costaba US$44,99.
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