Tuve una aventura con alguien de mi trabajo, ambos teníamos pareja en ese entonces. Yo terminé con mi chico por esta persona, pero él no lo hizo con su esposa. Seguimos saliendo y después él se divorció, y por fin yo pensé que tendría mi oportunidad. Resultó que no, él decidió divorciarse por otra chica y a mí me dejó. Hace poco le escribí un e-mail diciéndole todo lo bueno y lo malo que sentía por él, y reiterándole que podíamos ser amigos. ¡Cual fue mi sorpresa al saber que su novia sabía la contraseña de su correo y leyó mi mensaje! Él se enojó conmigo por haber escrito el correo, y yo le pedí disculpas pues no había sido mi intención causarle problemas. Pero he de admitir que también supe lo dulce que una venganza inintencional puede ser.
Norma.
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