ºººCómo un giro pequeño puede cambiar tu vidaººº

Cuando las cosas se estancan, quizás sientas la necesidad de dar un vuelco total. Pero aprende aquí cómo unos mínimos ajustes tienen gran impacto en tu felicidad.

Todos alguna vez hemos pensado: "¡Mi vida es una basura y tengo que cambiarla ya!" Quizás a ti te ocurrió cuando tuviste que quedarte en la oficina hasta muy tarde por tres noches seguidas. O cuando te diste cuenta de que las salidas con tus amigas se habían convertido en rutina y se limitaban a contar las mismas cinco historias de siempre y a tomar el mismo trago semana tras semana. No importa el momento en que sucedió, el sentimiento es el mismo: tú no soñaste con ese tipo de vida, y quieres transformarla. Así que decides revolucionarlo todo: ¡Me voy a París para estudiar en una escuela de arte! Pero a pesar del encanto de un nuevo comienzo, los expertos dicen que si se trata de un cambio, el más grande no es necesariamente el mejor.

Por qué los radicales a veces fracasan

Querer cambiar radicalmente es una urgencia natural, que se intensifica por nuestra cultura de "todo o nada". "Por raro que parezca, se siente que es más fácil dar un gran giro que enfrentar los problemas diarios y lidiar con ellos", dice Amy Applebaum, consejera de vida en Los Angeles. Otro factor: nuestros cerebros están entrenados para idealizar las transformaciones significativas. En otras palabras, cuando sueñas con mudarte a California y hacerte actriz, tu mente se enfoca en el sol, la playa y tu primer beso en escena con Ryan Gosling. "No piensas en el tráfico, en el alto costo de la vida ni en cuánto vas a extrañar a los tuyos hasta que llegas allí", anota Dan Ariely, profesor de Duke University y autor de Predictably Irrational (Irracionalidad predecible).

Por supuesto, las acciones que mejoran la vida, como salir de una relación poco saludable o de un trabajo que te está matando, son meritorias algunas veces. Pero, por lo general, los planes muy elaborados y a gran escala exigen tanto esfuerzo, que pudieras frustarte o fallar en el intento de llevarlos a la práctica. Y, como resultado, vuelves al punto de partida.

El poder de los pequeños cambios

Los giros pequeños, por otra parte, pueden ser increíblemente poderosos. "En el fondo, lo que nos hace feliz cada día son los eventos sencillos que tienen lugar en nuestra rutina", dice Sonja Lyubomirsky, profesora de sicología en la Universidad de California, en Riverside, y autora de The How of Happiness (El cómo de la felicidad). "No nos damos cuenta del impacto acumulativo que tienen en nuestro bienestar las pequeñas cosas, como comernos un pedazo de torta de chocolate una tarde o despertar al lado de nuestra pareja, porque las consideramos garantizadas en el día a día". Así que la meta es introducir modificaciones sutiles que te den una nueva perspectiva sin salir por completo de tu zona de confort. Según los estudios, los cambios más efectivos son los que transforman tu rutina o te colocan en un ambiente nuevo. Por ejemplo, ir al gym por la mañana en vez de por la noche, te dejaría ese tiempo libre para salir con tus amigas. O también te permitiría acostarte a una hora más razonable, y sentirte más descansada y con más energía al día siguiente. Y si estás que te mueres por un cambio de escenario, no tienes necesariamente que mudarte a una ciudad localizada a miles de kilómetros de donde resides ahora. Un apartamento en el otro extremo de la ciudad te hará conocer nuevos restaurantes, nuevas tiendas y otras personas. Hasta tomar una ruta diferente para ir a la oficina puede ayudarte a apreciar mejor el sitio en que vives y ponerte en un estado de ánimo distinto.

Los cambios pequeños también pueden causar una cadena de acontecimientos muy positiva. Algo tan simple como almorzar con tus colegas, en vez de devorarte una barra energética en tu escritorio, puede ser beneficioso de muchas formas. Piensa que pararte para tomar un respiro al mediodía reducirá tu estrés y le dará a tu cerebro un descanso, lo que te permitirá ser más creativa cuando regreses a trabajar. Eso también hará que conozcas mejor a tus colegas y puedas llegar a establecer amistades que amplíen tu círculo social. Además, almorzar bien evitará que a media tarde asaltes la máquina de golosinas en busca de una barra de chocolate. Es sólo un sencillo cambio, pero lo vas a disfrutar mucho y te mantendrá animada.

Cómo dar pasitos de bebé

Irónicamente, para hacer un pequeño cambio, tienes que pensar en grande primero. "Descubre qué te está causando insatisfacción, y actúa de forma contraria a lo que has hecho hasta hoy", sugiere Sherry Gaba, sicoterapeuta y consejera de vida. Si estás frustrada por seguir soltera, pregúntate qué te haría feliz (¿conocer a un chico maravilloso?) y piensa cómo resolver el problema de la forma más sencilla (ir a un nuevo restaurante los sábados en vez de volver al mismo de siempre, o hacer las compras entre semana, cuando van los solteros, no el weekend cuando la gente va con su pareja). "El simple hecho de estar cara a cara con nuevas personas te hará sentir más esperanzada sobre la posibilidad de conocer a algún hombre en el futuro", asegura Gaba.

Si ese cambio no mejora tus perspectivas, intenta algo nuevo la próxima semana. "Puedes estar probando y equivocándote por un tiempo, pero al final darás con la fórmula que te conviene", dice Applebaum. Mientras, esas pequeñas modificaciones que haces mejorarán otras áreas de tu vida, incluyendo algunas que ni siquiera sabías que necesitaban mejoría.

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