
Los paramédicos llegaron a su hogar el martes para encontrar a Meyers tirado en el piso. Sin embargo, el artista rehusó atención médica, propiciando que los doctores llamaran a la policía.
"Oficiales fueron llamados por el servicio de ambulancias londinense tras reportes de un hombre que no quería tratamiento", confirmó Scotland Yard. "El hombre fue llevado al hospital".
Pasaron treinta minutos hasta que los oficiales llegaron a su hogar y el actor, de 33 años, fuera finalmente llevado al hospital para su inmediata atención.
Meyers fue dado de alta del hospital ayer miércoles y cuando fue cuestionado por la prensa sobre su condición, simplemente dijo: "Sin comentarios".
No es la primera vez que Meyers ha tenido problemas con abuso de sustancias. El actor ha estado luchando contra una adicción al alcohol por varios años y en junio entró a un centro de tratamiento en Sudáfrica para rehabilitarse - su quinto intento de "limpiarse".
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