Aunque en estos días todos vivimos demasiado ocupados,nosotras, las mujeres, contamos con la grandiosa habilidad de poder hacer varias tareas al mismo tiempo (un don mundialmente conocido como multitasking o multioficio). Pero la pregunta es: ¿estamos llegando demasiado lejos con estos actos de malabarismo? En la sociedad de hoy, donde cada minuto cuenta, ¿cómo saber en qué momento dejamos de ser personas eficientes para convertirnos en seres maleducados y ofensivos? Aquí te mostramos algunos ejemplos, que a lo mejor practicas de manera inconsciente:
Aplicarte el maquillaje mientras conduces Las mujeres hemos alcanzado niveles de maestría cuando se trata de maquillarnos mientras vamos camino a alguna parte, pero ¿está bien que realicemos ante otros una actividad que normalmente quedaba reservada a la privacidad del baño? "Hace algún tiempo era mal visto que una mujer se aplicara otra cosa que no fuera el labial en público", dice Patsy Rowe, autora de The Little Book of Etiquette. "Ahora, sin embargo, parece correcto. Es mejor aplicarse el maquillaje mientras nos dirigimos a algún sitio que llegar sin estar maquilladas". Pero antes de cargar con tus productos, oye el consejo de Rowe: "Traza una línea prohibitiva en lo que respecta a sacarte las cejas, pintarte las uñas o amoldar tu pelo frente a otros". (Sí, cero rulos en la calle).
Usar el correo electrónico de la oficina con fines personales El botón de "responder a todos" puede ser una bendición... o una maldición. "Recibir correos electrónicos personales durante tu horario de trabajo no sólo es poco profesional, sino que tampoco es inteligente. El tiempo que dedicas a esto es tiempo que tu empleador te paga para que trabajes, no para atender asuntos privados", explica Rowe. Si tus amigos no tienen nada mejor que hacer que llenar tu bandeja de entrada, pídeles que te quiten de su lista de contactos. "Diles algo como: 'Lo siento, pero tengo demasiadas tareas ahora y necesito concentrarme' ".
Hablar por tu celular mientras estás en el baño Todas hemos sido testigos de esto: una colega que se pone a conversar por su celular mientras está en el baño. Además de ser desagradable para la persona que se encuentra al otro lado de la línea, nos preguntamos: ¿es correcto hacerlo? "Hablar por tu celular mientras usas el baño es de muy mal gusto. Las personas que están allí te pueden oír y, para empeorar las cosas, todos solemos hablar más alto cuando lo hacemos por el celular", comenta Rowe. "Enviar mensajes de texto no es tan malo, pues lo haces en silencio, pero también debes evitarlo". ¿Cómo practicar el multioficio sin olvidar los buenos modales? Espera hasta que hayas salido del baño (y te hayas lavado bien las manos) para realizar la llamada.
Conversaciones privadas en el elevador Escuchar cómo le fue (con un penoso lujo de detalles) a la chica de contabilidad durante su última visita al ginecólogo, puede convertirnos en receptoras de más información de la que deseamos saber sobre nuestros colegas. Muchas personas, sin embargo, no se inmutan aunque estén rodeadas de extraños. "Debes evitar tener conversaciones privadas en cualquier lugar público", recomienda Rowe. "A mucha gente le avergüenza oírlas. Sin contar con que no es nada elegante". Todo tiene su lugar y su momento, recuérdalo.
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