Incapaz de lidiar con una reciente tragedia personal, el más reconocido de los psiquiatras de las celebridades de Los Angeles se convierte en un verdadero desastre, indiferente a su apariencia y consciente de su incapacidad de ayudar a sus pacientes. Con una mirada al "otro" Hollywood, Shrink se estrenó a partir del 24 de julio.
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Excelentemente actuada por Kevin Spacey, Shrink nos muestra no sólo el problema personal o la disyuntiva de un psicólogo siendo capaz de tratar a sus propios pacientes, sino también cada uno de los problemas de sus allegados y pacientes y la forma con que cada uno de ellos enfrenta las vicisitudes de la vida.
En raras ocasiones tenemos la oportunidad de ver como los actores segundarios tienen tanto peso o importancia como el protagonista. Inteligentemente, el director Jonas Pate logra entretejer todas las historias para deleitarnos con este drama.
Junto al el psicólogo Henry Carter, y para darle un matiz contemporáneo con nuestra sociedad actual, encontramos a Patrick y Daisy (Dallas Roberts y Pell James), un representante de artistas y su secretaria; Jeremy (Mark Webber), un escritor harto de laborar como empleado de un valet parking; Jemma (Keke Palmer), una adolescente de secundaria fanática del cine, y muchos otros. Gracias a los diálogos del guionista Thomas Moffet, a su manera nos hace empatizar con las vidas de cada personaje, porque, ¿quién es aquél que no ha confrontado el dolor, la tristeza o la depresión? Clasificada R.
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