Los perros que destrozan todo lo que encuentran, ladran y chillan en todo momento con desesperación, padecen problemas de ansiedad por separación y se dan cuando el dueño se va de la casa.“Este síntoma es propio de canes mayores de siete años y surge por el cambio de hábito del amo. La enfermedad se presenta con facilidad cuando fallece el dueño del animal, aún más cuando estos últimos están ligados emocionalmente”, explica el médico veterinario Francisco Canales Ríos.
En alerta
El mal se da también acompañado de una excesiva manera de orinar por toda la casa, porque según el especialista, el animal trata de marcar su espacio ante la presencia de alguna persona o mascota en casa: rompe o ensucia el zapato del “intruso”.
Este problema se puede agudizar cuando la mascota presenta alguna otra enfermedad, como males digestivos o cardiacos. Asimismo, puede entrar a una etapa de depresión si no se trata a tiempo. Esta etapa se caracteriza porque no come ni toma agua, situación que afecta su organismo y por consiguiente lo lleva a la muerte.
De igual manera, los casos de perros que hayan atacado a niños o la pareja de su dueño, no es porque sean “asesinos” sino porque ven a esas personas como un objeto que los margina de su amo.
Para modificar la conducta del animal, Francisco Canales recomienda que el dueño del animal respete la rutina de salir de casa y regresar a los pocos minutos para que la mascota no asocie las salidas con los periodos largos. Asimismo, recomienda dejarle un estímulo de comida cada vez que sale. De esta manera, el perro que se siente solo sustituirá sus problemas de ansiedad por la comida que recibió.
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