ºººBeyoncé, qué importa si no tiene un Oscarººº

En su currículum aparece el título de cantante, actriz, modelo, diseñadora, productora, y pintora. A la lista anterior se suma el atributo de “una de las mujeres más bellas del mundo”, corona que Beyoncé Knowles ha despreciado porque —en sus propias palabras— “está cansada de ser sexy”, precisamente ella, que destila sensualidad por todos sus robustos poros.

A sus 27 años, la intérprete estadounidense puede que nunca gane un Oscar, pues la crítica no favoreció del todo sus actuaciones en Dreamgirls y La Pantera Rosa, pero su filme reciente, Obsessed, recaudó hace unos días 28.5 millones de dólares en su primer fin de semana de exhibición en Estados Unidos.

Y si bien su nivel histriónico no es para nada envidiable, sí lo son sus siete premios Grammy; los 33 millones de discos vendidos de su anterior agrupación, Destiny’s Child; así como el premio ASCAP en 2001 a la Mejor Compositora Pop del Año, con lo que se convirtió en la primera afroamericana (y la segunda mujer en la historia) en conseguir ese honor.

Beyoncé Giselle Knowles nació el 4 de septiembre de 1981 en Houston (Texas) rodeada de un ambiente musical lleno de glamour, cortesía de sus padres, Tina Knowles (una diseñadora de ropa), y el productor y representante musical Matthew Knowles, quien impulsó la carrera de su hija gracias a la formación, en 1990, de uno de los grupos femeninos más vendedores de EU, Destiny’s Child.

La historia de Beyoncé, y el grupo que la consolidó como una de las representantes del pop más importantes en el mundo, se gestó a en los 90, teniendo como compañeras de aventuras a LeToya Luckett, Kelly Rowland y LaTavia Roberson.

Tras lanzar su álbum debut homónimo en 1998, Destiny´s Child publicó el exitoso The writtings on the wall (1999). En medio de la promoción de aquel disco, Luckett y Roberson abandonaron el grupo y presentaron una demanda contra el manager de la banda y padre de Beyoncé, por su excesiva presión y trato en favor de su hija y Rowland. Lo mismo sucedió con Farrah Franklin, que abandonó la formación en 2000.

Pronto, el entonces trío se ubicó rápidamente como uno de los grupos de R&B más importantes. Su tercer disco, Survivor, triunfó tanto como los anteriores, hasta que en 2001, las chicas decidieron darle un descanso al grupo e intentar sus carreras en solitario.

Knowles fue la última del trío en sacar disco propio. Dangerously in love (2003), con el que vendió 11 millones de copias en el mundo. Con temas como “Crazy in love”, el disco obtuvo siete nominaciones a los Grammy, de los cuales ganó cinco.

Harta de ser sexy, Beyoncé se inventó un alter ego oscuro y erótico al que llama Sasha Fierce y que protagoniza la mitad de su tercer y más reciente disco como solista, I am… Sasha Fierce.

En una entrevista publicada recientemente en la revista GQ, afirmó que cuando se sube a un escenario se transfoma en Sasha: “No me gustaría Sasha si me la encontrara fuera del escenario. Es demasiado agresiva, demasiado fuerte, demasiado lasciva y demasiado sexy. En la vida real no soy como ella”.

Pero su novio, el rapero y productor Jay-Z, puede estar tranquilo, pues el lado sexy de Beyoncé sólo sale cuando está sobre el escenario. Ella misma afirma que lo tiene controlado: “Lo que siento en escena no lo siento en ningún otro lugar. Es una experiencia que me hace salir del cuerpo. He creado mi personalidad escénica, así que cuando llego a casa no tengo que preocuparme por lo que ella ha hecho”.

A la par del éxito de su cinta Obssesed en EU, su nuevo sencillo “Halo” ya alcanzó el número uno de las listas en varios países. Incluso, la intérprete ha declarado que piensa tomarse un respiro de dos años después de finalizar su gira mundial. “He trabajado muy duro durante mucho tiempo para poder hacer esto ahora”.

Grabaciones, promociones, campañas publicitarias, rodajes, el ritmo de trabajo de Beyoncé durante los últimos años le ha hecho detenerse un poco a su deseo de convertirse en mamá, por lo que este “descanso” en su carrera le vendría muy bien para aumentar la familia, y realizarse en otro aspecto de su vida. “Sé que la gente me adora como estrella del pop. Ahora quiero que me entiendan como artista”.