ºººAnsiedad infantil, sí tiene curaciónººº

Cada vez es más frecuente que los niños sufran de este padecimiento. Conoce cómo se puede controlar. El ritmo de vida y la presión que ejerce la sociedad sobre los individuos no sólo se ven reflejadas en el comportamiento adulto, sino en los problemas que aquejan a los más pequeños.

La ansiedad forma parte de las sensaciones que todo ser humano experimenta en alguna ocasión; sin embargo, los niños la presentan a temprana edad y si no se aprende a controlar puede significar un riesgo más grave.

Gabriela Soulé, sicoterapeuta y especialista en trastornos neuromotores nos explica de qué se trata la ansiedad infantil y cómo debe enfrentarse.

“Clínicamente puede ser una serie de síntomas que se dan a nivel orgánico y emocional. Generalmente, en el niño se transforma en una situación de miedo o angustia hacia algo que puede ser imaginario o real”, explicó la experta. La sociedad hiperestimula y demanda demasiado. Las expectativas de los padres son cada vez mayores y los infantes enfrentan la competencia con otros en diversos ámbitos. Estos factores han incrementado el índice de ansiedad en ellos.

“Las causas son diversas. Últimamente, se ha observado que existen niños más pequeños que presentan síntomas de ansiedad. Antes, este padecimiento sólo era asociado a los adultos y se manifestaba a través de su comportamiento.

Sin embargo, ahora los niños pueden sufrirla por medio de circunstancias tan variadas como la mala alimentación, la sobreexposición a los estímulos, la poca atención que reciben de sus padres y la desinformación”, señaló Gabriela.

Uno de los principales errores que cometen las personas mayores sobre los pequeños es ocultarles y tratar de alejarlos de la realidad, cuando lo más óptimo es informarlos acerca de los aspectos positivos y negativos de la vida.

“Los adultos tratan de evitarles ciertas situaciones para no confrontarlos, por ejemplo, la muerte. A veces los discursos que se mantienen entre padres e hijos no son claros y esto provoca ansiedad. Si hay un niño que sufre la muerte de un pariente cercano, no se le explica el fenómeno natural de la ausencia de un ser querido, sino que se le intenta cubrir con fantasías”, dijo Soulé.

Las personas, a cualquier edad, pueden sentir angustia por diferentes motivos, algo que resulta muy natural. La mayoría de los seres humanos logra enfrentarla y superarla; sin embargo, esto se aprende desde la edad temprana.
“Es un fenómeno que se presenta desde el nacimiento de un bebé, el primer contacto que se tiene con el mundo exterior genera angustia. Sin embargo, los padres lo confortan a través de las muestras de cariño.

“Los papás son el primer anclaje a la realidad que tenemos. Posteriormente, en niños de dos a cuatro años se observa que la ansiedad se asocia a la presencia de monstruos y personajes fantásticos. A partir de los cuatro a los seis años, ya pueden identificar qué les provoca ansiedad como, por ejemplo, la escuela.

Finalmente, en la etapa de los seis a los 12 años, los mensajes son más claros y ya puede hablarse con mayor certeza de las causas”, comentó la especialista.

Existen varios niveles de ansiedad que pueden ir desde el nerviosismo hasta los ataques de pánico. Aunque el padecimiento es considerable, en 80% de los casos no se requiere de la atención de un especialista, sino de la ocupación de los padres, quienes pueden identificar personalmente los indicios de angustia.

“Los papás tienen que estar ahí para observarlas. Si después de aproximadamente dos semanas los síntomas continúan, será momento de acudir a un especialista”, añadió la maestra en neurociencias.

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