ºººMasajes que alivian y relajanººº


La historia del masaje, como una forma de aliviar y relajar es muy larga, se puede decir que no hay nada que pueda precisarnos cuándo nace y cómo se desarrolla en sus primeros días. Es posible que haya pasado de una caricia maternal, a un contacto cálido sobre una lesión y de allí a un universo de posibilidades.Los masajes son altamente valorados en todo el mundo, pero ciertamente es en los pueblos del oriente donde se les concede más importancia, la que tiene mucho que ver con la creencia de que ayudan a conservar la salud, y en algunos casos contribuyen a recuperarla, sin llegar a ser entendidos como una técnica médica.

Maravillas de China

Existen versiones según las cuales tradiciones médicas de más de dos mil años dieron lugar al desarrollo de técnicas chinas de automasaje, las cuales pueden ayudar a aliviar la tensión y disminuir la ansiedad. Esto sin la necesidad de acudir ante un terapeuta profesional. Especialistas de Clínica Mayo señalan que estos métodos son conocidos como Dao yin.

Un automasaje tiene como objetivo mantener y recuperar el equilibrio y la armonía en todo el organismo, para lo cual echa mano del frotamiento que estimula el flujo de la Ki (energía) o la desbloquea, mediante amasado, palmadas, pellizcos o golpes suaves sobre el cuerpo.

Secretos milenarios

Algunas de las técnicas de auto masaje seleccionadas por Clinica Mayo.

Lavado de la cara: empiece frotándose ambas manos rápidamente hasta que la fricción las caliente. Coloque las palmas sobre la frente y, presionando, apunte las manos hacia abajo hasta que los dedos toquen el mentón. Haga círculos sobre la cara con las manos un par de veces, como si estuviera lavándola.

Palmas a los ojos: frótese ambas manos y cúbrase los ojos con las palmas calientes. Manténgase así durante 30 segundos, con los ojos abiertos, para recibir el calor de las manos.

Frotar la oreja: con el dedo pulgar y el índice frote suavemente la parte exterior de la oreja hasta que ésta se caliente, pellizque y presione toda la oreja.

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