Corté con mi novio (de un año y medio) hace aproximadamente cuatro meses. Al principio me sentía bien, pero como un mes después de haber terminado la relación, sentí como si hubiera reaccionado y empecé a sentirme mal y lloraba todos los días. Hasta intenté regresar con el, pero el no me correspondió.
Poco a poco y después de platicar con varios de mis amigas y amigos, ya me sentía mejor. Hace como un mes de casualidad me hice súper amiga de un chico que me había presentado una amiga un año atrás y que solo nos hablábamos por Messenger (Por cierto hablábamos como una vez al mes por que yo casi nunca uso el Messenger y nuestras pláticas nunca fueron intensas, es decir que solo platicábamos como amigos). Pero al platicar y conocernos nos dimos cuenta que tenemos una gran conexión, salimos con sus amigos y pasamos un buen rato juntos, hasta le he contado cuando estuve mal por lo de mi ex novio. Como dije, yo siento que tenemos una gran conexión, nos llevamos súper bien y lo admiro como persona.
Hace como tres semanas me dijo que intentáramos tener una relación de pareja pero yo le dije que todavía no estaba preparada (y en realidad en mi corazón siento que no estoy preparada para tener otra relación aunque nos llevemos súper bien). Hace tres días me volvió a insistir en lo mismo, a lo cual yo le respondí igual, que no me sentía preparada. El me dijo que era el último día que el me platicaba sobre el tema y que si en un futuro el tenia novia el esperaba que yo fuera una amiga para el y que no lo aconsejara mal. A lo que yo le dije que sí.
Pero ahora que lo pienso, no me gustó su actitud por que sentí como que me estaba presionando para que tuviéramos una relación y eso que el sabia por todo lo que yo había estado pasando.
No hemos hablado desde ese día y no sé qué hacer. Porque le quisiera llamar para expresarle todo lo que siento de la última platica que tuvimos, pero no sé si sea prudente, además no sé si me arrepienta en un futuro de no haber tenido una relación con el (ahhhh, porque el me dijo que en 30 años me iba a acordar de esa plática y que si el decidía ser mi amigo como que no había vuelta atrás).
Mientras estaba escribiendo estas palabras me percaté que este mi amigo me había llamado y pues, le regresé la llamada y me dijo que necesitaba el número de alguien que yo conocía y le dije (no sé si hice mal) que quería que nos viéramos y platicar y decirle cosas que no le había dicho desde nuestra última plática (no me voy a poner a reclamarle pero como a decirle que mal amigo eres, de forma calmada). El me dijo muy claro que lo de ese día se había quedado en ese día, a lo que yo le respondí que sí, yo sabía, que solo quería platicar con él y me dijo: “Bueno, tal vez nos hablamos el fin de semana”.
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