Siete minutos sobran para cepillarse los dientes, alcanzan a duras penas para bañarse, puede ser lo que tarda una comida congelada en estar caliente, lo que necesitan los hombres para afeitarse y, por lo menos, la mitad del tiempo que requieren la mayoría de las mujeres para maquillarse. Pero, según un estudio reciente, siete minutos es tiempo suficiente para tener una relación sexual magnífica.
Contrariamente a las maratónicas sesiones de sexo que muestran el cine y algunas series de televisión, la realidad es que, bajo las sábanas de las camas de las personas de carne y hueso se cocina un caldo diferente, bastante más rápido.Eric Corty, director del proyecto, en el Behrend College de Pennsylvania, cree que esta imagen que dan los medios sobre cómo y cuánto debe durar el acto sexual induce a que la gente se sienta disminuida por no tener la misma performance.
"Esta situación conlleva a que muchas personas sufran decepciones e insatisfacciones", explica en los resultados.
Mary Jo Rapini, psicoterapeuta del Methodist Hospital, en Houston, Texas, coincide con el científico: "Cuando las personas piensan que el sexo tiene que durar cierto tiempo para ser bueno, tratan de igualarlo o superarlo. El problema es que esto no significa que se disfrutará más. De hecho, el sexo que dura más por lo general agobia a la gente, en especial a las mujeres".
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