Torquemada
Esta modalidad inspirada en el famoso inquisidor es sólo apta para aquellos a los que les gustan las sensaciones fuertes. Consiste en masturbarse como más le guste a cada uno y de vez en cuando golpearse donde más duele con algún objeto consistente que se tenga a mano. Para incrementar el éxtasis es aconsejable que el que está realizando la técnica se insulte a sí mismo.
La motocicleta
Esta forma requiere una gran habilidad ya que es bastante complicada. Consiste en ponerse a la pata coja y con la pierna que está suspendida en el aire hay que intentar pegar patadas sobre el pene hasta conseguir encender el motor de tu moto particular. Si lo consigues mándanos un correo, que te hacemos un monumento.
La mosca
Seguro que esta técnica es del gusto de algún zoólogo, al que le gusten los pequeños animales. La zoofilia llevada al extremo. Es imprescindible contar al menos con una mosca, aunque si consigues una pareja el resultado será más gratificante. Con gran habilidad corta las alas a las moscas y déjalas reposar en una pequeña urna. A continuación date un baño relajante, para todos los músculos menos uno. Deja sobresalir del agua tu capullo en flor. Posa las moscas sobre él con cuidado de no sumergir tu pequeño periscopio y disfruta de como los bichos dan vueltas y vueltas intentando huir del agua. Mano dormida
Esta forma será un clásico para muchos; y es que tiene su aquel pajearte teniendo la sensación de que lo hace otro. U otra. La mejor manera de conseguir esto es mediante la técnica de la mano dormida. Para ello siéntate sobre la mano que vayas a usar hasta que notes calambres. No aproveches para tocarte, que lo importante ahora es que se duerma. En cuanto dejes de sentirla, será el momento para otras sensaciones en otras partes del cuerpo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario